29/9/09

"Simples discurrires"

Autor: Raül Jurado Gallego
Ediciones Cultivalibros
Título: "Simples Discurrires. La caja desempolvada"
A la venta el 1 de Octubre
Email del autor: sanroqueraul@hotmail.com
PROLOGO:
Un buen día del mes de Diciembre del pasado año 2008 encontré en mi bandeja de entrada un correo electrónico de alguien desconocido. Comenzaba así: “Buenas tardes señor Feijóo. En primer lugar quiero presentarme debidamente. Me llamo Raúl, soy un joven extremeño de 30 años, pacense de nacimiento, ‘macha’ por devoción y de corazón, e hijo adoptivo, por cuestiones de la vida, de la hermosa ciudad de Cáceres, donde vivo y trabajo desde hace cinco años. Soy un enamorado y defensor a ultranza de Extremadura, luchador por su identidad, dignidad y cultura…”. Y, a quienes me conocen, no les será muy difícil deducir que inmediatamente me cautivó. A partir de entonces hemos mantenido una fluida correspondencia.
Desde nuestros primeros intercambios epistolares, donde me informaba de sus colaboraciones con artículos de opinión en distintas publicaciones y me hacía partícipe de los poemas que iba agregando en su cuaderno de bitácoras (blog), fue fácil descubrir en Raül Jurado Gallego a un escritor cargado de inquietudes, comprometido, ávido de comunicar, interesado por conocer sus raíces y los valores que en ellas se sustentan, sediento de denunciar y transformar la caótica realidad que nos circunda.
Corría ya el mes de Mayo de este año 2009 cuando Raül me decía “…estoy terminando un libro de poemas escritos en castellano, en verso libre… …es un libro corto, pero muy personal. Son 30 poemas, porque coinciden con mi edad, y después de muchos años de trabajo es un homenaje a esa etapa de mi vida en la que decidí plasmar sobre el papel todo aquello que sentía a mi alrededor.”
A los pocos días Raül me envió un borrador del libro, y con él venían sus más ávidos deseos de publicarlo. Lo leí, y volvió a cautivarme. Pero faltaba encontrar un editor. No fue fácil. “…Es que hoy en día la poesía no se vende…” nos llegó a decir alguno (por supuesto que no se vende -pensé yo-, porque la poesía no tiene precio, lo que se vende es el papel, la tinta, los trabajos de impresión y encuadernación, la distribución y el porcentaje del editor y del librero. Porque si el poeta tuviese que cobrar un precio justo por su trabajo difícilmente habría libros de poesía). Tras aquella respuesta, lejos de abatirse, el ánimo de Raül se acrecentó y tuvo tiempo de ampliar el libro hasta los 42 poemas que lo componen. Y hoy, finalmente, su obra ve la luz bajo el título “Simples discurrires (La caja desempolvada)”.
Me consta que uno de los primeros lectores del poemario, aún en borrador, ha sido el laureado poeta y cantautor extremeño Pablo Guerrero, quien felicita a Raül “…por el gran sentimiento que desprende en cada uno de sus versos y el gran compromiso social que refleja en muchos de ellos”.
Y yo coincido con él porque, además, son sentimientos sinceros y profundos extraídos de vivencias a caballo entre dos ciudades, pero dentro de un mismo pueblo, el extremeño, que, sin nombrarlo, tácitamente se reconoce en muchos de sus versos. Sentimientos cargados de nostalgia y añoranza que fluyen dando forma a imágenes solemnes, casi audibles:
“…Detrás de aquellas cumbres estará mi casa,
fermentos de añoranza
se maceran en mi alma desterrada
a codazos con mi corazón…”
“…Y detrás de esa puerta,
tras el llanto de su madera
y el lamento de sus bisagras,
vacila mi abuela,
siempre estable en su sillón centenario.”
Raül Jurado es de los poetas que “se dejan los codos en el pupitre”, en ese escenario donde libra auténticas batallas con las palabras para plasmarse a sí mismo en la tinta con la que esculpe sus versos:
“Oficiosa y pendenciera
es la bruma nostálgica del verso,
que acumula en su esencia
la fuerza hierática del sentir pasajero
de anotar lo vivido.
Predica a mano alzada
la caligráfica figura de su creador…”
Y así, como creador, como escultor de versos que despiertan conciencias aletargadas por la terrible y apática cotidianidad, se nos presenta en muchos de sus poemas como autor comprometido contra las injusticias sociales, contra la degradación de la humanidad:
“Se apena la tierra por su infortunio
entre estrambóticos lamentos
de maldición solemne,
fusión de desconcierto y dolor de madre,
rendición ante el caos degenerado
de contemplar su lenta y degradante muerte
a manos de sus propios hijos...”
Mucho que añadir en este prólogo. Pero ha llegado el momento de pasar página y adentrarse en esta ópera prima de Raül Jurado Gallego, para que el lector descubra por sí mismo el atractivo contraste entre juventud y madurez poética. ..... (Javier Feijóo, Agosto de 2009)
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