9/4/18

A Bartolomé Collado









Recuerdo el Simca 1000, color marrón,
que te compraste allá por los sesenta;
por entonces calzabas los cuarenta
y yo era un crío imberbe y juguetón.

Y recuerdo, con gran admiración,
esa enjuta silueta firme y lenta
camino del trabajo, de esa cruenta
tarea cotidiana en la prisión.

Te imaginaba entonces rodeado
de presos peligrosos, de asesinos,
en ese ambiente hostil, ese enrejado

paisaje de mil cruces de caminos;
y siempre, cual quijote atribulado,
luchando con gigantes y molinos.

(Y con doble estrambote me despido,
que sirva este soneto de homenaje
a quien nos regaló un dulce brebaje
de versos de un elogio merecido.

Eres historia viva carcelaria,
y con sentencia hervida a fuego lento
fraguaste los pilares, el sustento
de tu poesía ardiente y lapidaria).

Soneto con doble estrambote
Noviembre de 2014
Javier Feijóo
º